SALAMANCA EN LA VIA DE LA PLATA

CAMINO DE SANTIAGO

Asociación peregrina y de senderismo de Salamanca


MIRANDA DO DOURO-ERMITA DE SAN JOAO


Distancia: 19 Km.
Tiempo: 6 H.
Dificultad: Media
Fecha de realización: 11/02/2018

Mapas:

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Descripción

Comenzamos partiendo de la oficina de turismo y siguiendo por la calle de enfrente, la Rua 25 de Abril y su prolongación hasta llegar a una pista de tierra.

Caminaremos en ligera subida entre campos de olivos, viñas y huertos hasta llegar al Castro de Vale de Águia.

En este punto es aconsejable descender para contemplar las impresionantes vistas del río Duero, que hace un giro de casi 180º junto a paredes muy altas.

Continuamos el camino, entre campos de fresnos, llegando posteriormente a la de Vale de Águia.

Desde esta aldea, hasta Aldeia Nova seguiremos una carretera local (1,8 Km. Aprox.).

Desde Aldeia Nova hacemos el descenso hasta el entorno de São João das Arribas donde encontraremos una capilla, un castro y contemplaremos unas maravillosas vistas sobre el cañón del Duero que discurre cientos de metros abajo, y el vuelo de los numerosos buitres, alimoches e incluso cigüeñas negras, que habitan en la zona. Sin duda, es una de las atalayas más impresionantes que existen sobre el Duero, en los Arribes.

La pequeña capilla, de paredes blancas y teja roja, es de una sola nave. En su exterior hay un pequeño altar que se usa en días de romería. En sus alrededores, viejas paredes de piedra, pertenecientes a lo que antaño fuera un castro. No en vano, este lugar está en la ruta de los castros.

Desde aquí regresamos a Aldeia Nova y frente a la iglesia tomamos un camino que nos llevará a la aldea de Pena Branca.

Seguidamente y a través del valle del río Fresno regresaremos a Miranda do Douro, inicio y final de nuestra ruta.

Aunque la localidad de Miranda do Douro se asocia con las compras de toallas, muebles, y la degustación de su plato estrella: “el bacalao”, el casco antiguo de la misma merece la pena ser visitado, sus calles empedradas, casas de granito, y su concatedral, llamada así porque hasta 1.780, fecha en la que la diócesis se trasladó a Bragança, funcionó como catedral.

En su interior nos encontraremos con una grata sorpresa, el retablo mayor del siglo XVII obra del genial escultor vallisoletano Gregorio Fernández.

 

 

Otras imagenes de la ruta