VILVESTRE-MIEZA-POBLADO DE ALDEADAVILA
Distancia: 14 Km.
Tiempo: 5 h.
Dificultad: Media
Fecha de realización: 29/01/2017
Mapas:
Descripción
Vilvestre es una localidad que ocupa la ladera del Cerro del Muro, coronada por la Ermita de la Virgen del Castillo.
Iniciamos la ruta en tomando el llamado camino de los Fermines, que bordea el Sierro del Caño.
Cruzamos el Arroyo de la Nava por un puente de hormigón paralelo a un bonito puente tradicional de piedra, actualmente en desuso. El itinerario asciende suavemente por cómodo camino, para seguir posteriormente por terreno muy plano y el horizonte amplio. Podemos distinguir el hondón del Río Duero y los altos de Saucelle, Peñahorcada, la Sierra de Marofa y otras sierras de Portugal cerca de Mogadouro.
Posteriormente llegamos al paraje del Molmeral, un caprichoso sierro de cuarzo, donde es fácil divisar buitres.
Más adelante llegaremos a la Charca de las Escarbajas, y por amplia pista que bordea el Cerro San Pedro, llegar a la localidad de Mieza.
Continuamos por la GR 14, y al poco de salir de Mieza, nos encontraremos una bifurcación. Continuamos de frente hasta el mirador de la Code (a unos 500m).
Llegados al Mirador de la Code, las vistas sobre el Duero son impresionantes.
Desde el mirador se puede retroceder para tomar de nuevo la GR 14, o comenzar a bajar por el camino por el que se accedía a los bancales. Nosotros comenzaremos a bajar desde el mirador, por un sendero que entre bancales de olivos, naranjos, limoneros, viñedos, etc, nos llevará hasta el río, en una empinada bajada pero con unas maravillosas vistas, lo que sin duda compensa la dificultad de la bajada.
Cada curva del sendero se convierte en un mirador sobre el Duero. Es un tramo espectacular por su belleza.
Posteriormente volvemos a tomar el GR-14 que habíamos abandonado, encontrándonos con una gran variedad vegetal, robles, naranjos, olivos, etc.
Antes de llegar al poblado atravesamos un puente de madera sobre el arroyo del Ropinal.
El Poblado del Salto de Aldeadávila, existe desde el s.XII, y lo habitaban los eremitas que oraban junto al río Duero, siendo usado para los trabajadores de la Presa de Aldeadávila.
Cuenta con una iglesia muy antigua, así como el convento de Santa Marina la Verde del Siglo XV.
Desde el poblado, una estrecha carretera, lleva hasta el mirador de la presa de Aldeadávila.