CAÑADA DE LAS NEGRAS: SAN PELAYO DE GUAREÑA-LEDESMA
Distancia: 13 Km.
Tiempo: 4 hrs.
Dificultad: Baja
Fecha de realización: 12/01/2014
Descripción
Esta marcha transcurre por una “cañada”, ejemplo de las vías pecuarias que surcaban nuestro territorio cuando los caminos eran el único modo de que el ganado trashumante pudiera atravesar la meseta buscando los agostaderos en verano y los pastos de invierno en la estación fría.
En San Pelayo de Guareña, es interesante visitar“La Moral” y la iglesia de la localidad.
De La Moral (Morus Nigra), podemos decir que es el más antiguo de España, de unos trescientos.
De la localidad, antiguamente San Pelayo de Cañedo, nos asombramos con su singularísima iglesia románica del siglo XII. Singularísima por su configuración interior a modo de anfiteatro. El altar se encuentra en un plano inferior a la zona de los feligreses, que se encuentran asistiendo a misa cual teatro romano en escalas, elevándose éstas por encima del altar. En 1980 se extrajo toda la tierra que rellenaba el anfiteatro, siguiendo los consejos del párroco, el cual tenía conocimiento de la verdadera planta de la iglesia por algunos documentos que debió conocer en el Obispado.
Iniciamos nuestro camino por la Cañada de las Negras, saliendo de San Pelayo de Guareña por la carretera que le une a Juzbado y siguiendo el curso de la Ribera de Cañedo, donde vemos un variado paisaje, que no es otro que el singular e identificativo de la provincia salmantina: grandes encinares adehesados y pastizales.
Después de iniciar la marcha y tras recorrer inicialmente el breve tramo de carretera antes citado, sólo nos queda cruzar el puente sobre la Ribera del Cañedo y desviarnos en el primer camino que sale a nuestra derecha, para no dejarlo hasta el final del recorrido, obviando cuantos otros nos salgan a un lado y a otro.
Esta cañada--cuyo trazado es amplio y cómodo--,se puede con algo de dificultad, seguir íntegramente durante los doscientos kilómetros que separan el Puerto de Perales, al suroeste de Ciudad Rodrigo, por Ledesma y hasta más allá de Castronuño, en Valladolid; quizá en dirección a los mercados de Medina del Campo o de Tordesillas.
Hoy en día, la transhumancia ya apenas existe y en muchos lugares, la cañada está perdida o invadida por las carreteras, la agricultura y los cercados. Sin embargo, en estos parajes se conserva con todo su ancho y en un estado bastante bueno.
Llegamos a los Mesones de Ledesma, donde antiguamente pernoctaban los comerciantes agricultores y ganaderos cuando las puertas de la villa cerraban al caer la noche.